Quédate y te cuento una historia familiar, y un patrón que me niego a repetir.
Soy la penúltima de 4 hermanos, y digo penúltima por decir algo… ya que soy mayor a mi hermano mellizo por escasos 10 minutos; mi madre se embarazo de mellizos en sus 35 años de vida a la ¨antigüita¨, sin más ayudas que el amor hacia a mi padre. En su 6to mes de embarazo le diagnosticaron Diabetes gestacional, ¿te suena de algo?…
Mi padre un abogado y deportista guapetón, padecía diabetes mellitus tipo 1 o infanto juvenil diagnosticada como a la mayoría por azar, un día cualquiera entrando al cine con mi madre cayo desmayado en la taquilla del teatro; para su sorpresa a sus 24 años le confirmaban en el hospital que ingreso con glicemia posprandial de 600 mg/dl, 6 veces más que el límite normal de referencia…. Automáticamente se hizo insulodependiente.
Sabes que es la DIABETES MELLITUS TIPO 1?
Las células beta producen poca o ninguna insulina. Sin la insulina suficiente, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo en lugar de entrar en las células. Esta acumulación de glucosa en la sangre se denomina hiperglucemia
El cuerpo es incapaz de usar esta glucosa para obtener energía. La diabetes mellitus tipo 1 es una enfermedad autoinmune, en la que las células productoras de insulina son atacadas y destruidas: las células beta del páncreas. Al carecer de insulina no se puede realizar correctamente el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y proteínas
Mi madre la peor paciente del mundo, le dió la espalda a la enfermedad toda su vida, después del parto que me dió la vida, transcurrieron 5 años más para que el diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 asomara sus narices, y se instalara en su organismo para destruir todo a su paso, y claro con el beneplácito de mi madre, que amaba la bollería, odiaba hacer ejercicio, fumaba nerviosamente, y en general era la cómplice de su devastador mal; sumado a una niñez carente de afecto, amor y atención que resulta ser un caldo de cultivo perfecto para la inflamación autoinmune que se había apoderado de ella.
Mi madre era una bomba de relojería que un día estallo en mis manos, y por más que traté de reparar, tuve que despedirme, aceptar y que debía dejarla ir. Pero este será tema de otro artículo seguramente……
De pequeña, recuerdo tener muchos problemas de alimentación, me aburría la comida casera y solo me gustaban los zumos, era flacucha y débil. Mis catarros comunes derivaban en bronquitis como mínimo, tenía un serio conflicto con la alimentación, motivo por el cual mis padres se valían de lo que buenamente podían con tal de que probara bocado, hablamos entonces de los anti-alimentos (como les digo hoy día).
Esto que la industria nos ha metido por ojos, boca y nariz, porque no podemos negar que los bollicaos nos quitan las penas, ni hablar de unos cereales de colores vibrantes de sabores artificiales imitando las frutas tropicales que alegran las mañanas de muchos niños. Todos jugando el juego de la industria, y normalizando el veneno que nos venden.
Seguí la vida con un habito alimenticio bastante cuestionable, hasta que me visita elcáncer de mama, (te lo cuento en el artículo de mis tetas, mi desafío) y la sacudida que me dio, me obliga a hacer cambios en todo ámbito incluyendo por supuesto la forma en la que nutria mi organismo, la alimentación para mi tomo un sentido muy valioso, y pase por la transición alimentaria más grande de mi vida, incluyendo la dieta vegetariana, una experiencia sin duda muy enriquecedora pero que a mi organismo le valio temporalmente.
A mis 27 años, después de 2 años de casada y tratamientos de fertilización me quedo embaraza por primera vez, ya sabes cómo madre primeriza todo es expectativa, ilusión, y por muy medica que soy, la realidad es que el embarazo es un reto personal para cada mujer; lamentablemente y para mi gran dolor, este bebe solo me pudo acompañar por unos meses, y se marchó al cielo llevándose un pedazo de mi corazón. Caí en un abismo de muchísimo dolor, y frustración. Es indescriptible la tristeza que se siente.
Así transcurrieron varios meses, tratando de reponerme y ante todo con la fe intacta de lograr un nuevo embarazo, ¡y llegó! mi niña arco iris.
Test de O´Sullivan
Evidentemente aplicando los cuidados con esta nueva ilusión, me realizo una prueba de tolerancia a la glucosa, o Test de O´Sullivan, que consiste en beber un vaso de una bebida extremadamente azucarada casi imposible de tolerar al gusto, con el único propósito de provocar elevación de la glicemia en sangre, y ver la respuesta de la insulina para detectar si es capaz de barrer con toda esta glucosa disponible, esta prueba se hace entre las 24 y 28 semanas de gestación, con el propósito de diagnosticar tempranamente la diabetes gestacional y evitar complicaciones y riesgos materno fetales….. resultado POSITIVO PARA DIABETES GESTACIONAL, vaya tela!!
Me cayó muy mal esto, porque para completar, fué muy resistente a medidas antidiabéticas y tuve que pincharme insulina en mi tripita cada vez más hinchada, por fortuna el producto de mi sacrificio, fue una niña hermosa y saludable, mi primera hija!!
Segunda prueba de fuego…. mi segundo embarazo, dos años más tarde del primero allí vamos de nuevo a la aventura de ser madre….
He de anotar mis queridos lectores que después de mi primer parto, mis resultados glicémicos volvieron a la normalidad, y continue con los cuidados en mi dieta y habito de vida saludable; nuevo Test de O´Sullivan y pumba!! Allí va de nuevo DIABETES GESTACIONAL…. es en serio?? No lo entiendo me he cuidado mucho para que esto no suceda…. No tienes el control Claudia me lo decía mi endocrinólogo, la misma placenta segrega glucosa, tienes una sensibilidad genética del 25 % heredada de tus padres, y tu propio páncreas parece no llevar muy bien las cargas de los embarazos; por fortuna y gracias a los cambios que realicé después de mi primer embarazo, esta vez sí que pude controlar con dieta y ejercicio mis niveles de glucosa en sangre. ¡¡Y de nuevo la magia de la vida, en los ojos de mi segunda hija!!
Tras el parto, casi siempre la diabetes gestacional tiende a desaparecer. Generalmente esto se confirma mediante otra curva de azúcar en sangre que se realiza varios meses tras el parto.
¿y adivina qué? 6 meses después de mi último parto, resulte con diabetes mellitus tipo 2! parecía una broma de muy mal gusto, porque sentía que mis cambios no habían valido la pena, que había hecho grandes sacrificios alimentarios y me había RESTRINGIDO prácticamente de todo lo que yo consideraba en ese momento era un agresor glicémico. Ach! ¡¡Que rabia sentía!!
Probé con varios nutricionistas, que solo me daban las pautas nutricionales que ya había seguido por años, me seguían indicando ejercicio cardiovascular, pero mis niveles no se movían, uff!! Que frustrada estaba, me negaba rotundamente a conformarme con el diagnostico de una enfermedad crónica y devastadora, y a ser una farmacia ambulante.
Un buen día me topo con el LIBRO CEREBRO DE PAN, del Neurólogo Dr. David Perlmutter, lo que descubrí en este libro me dejo atónita, La devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azúcar y los carbohidratos en el cerebro, un tema enterrado en los libros de medicina y que claramente en la facultad de medicina nunca vi con la relevancia que merecía. Esta curiosidad que me caracteriza me llevo a investigar más, ¡y como conejillo de indias empecé a probar en mí misma qué cambios me resultaban favorables y qué no!, al puro estilo ensayo y error.
Si algo he aprendido en la práctica clínica, es que 1+1 nunca es 2 en medicina, que, aunque tengamos un gran vademécum de síntomas asociados a patologías, realmente cada enfermedad actúa de manera distinta ante cada organismo, son de gran importancia, los factores ambientales, socioeconómicos, y por su puesto el rol genético, que me atrevo a decir basada en la experiencia, es importante pero NO determinante.
Dicho esto, y con glucómetro en mano, empecé a identificar y los más importante me tomé el tiempo de oír mi cuerpo cuando me decía…. “esto no me gusta” …. “no me hace sentir nada bien”, ¿te parece extraño esto que te acabo de comentar… lo de oír tu cuerpo? ….
Normal nos han habituado y programado para acallar los síntomas, te pongo un ejemplo práctico: El cuarteto de síntomas asociado al Síndrome diabético hiperosmolar hiperglucémico: se caracteriza por los siguientes 4 síntomas:
SÍNTOMA
COMO LO ACALLAS
1.Polidipsia: mucha sed
Bebes grandes cantidades de líquidos
2. Polifagia: mucha hambre
Aumentas las raciones y picoteas más seguido durante el día y la noche
3. Poliuria: aumento de las micciones.
Vas con más frecuencia al cuarto de baño
4. Pérdida de peso
Y tu dices mira que bien! ¡Soy un máquina que como mucho, y no me subo de peso un gramo!
¿Te fijas que tu cuerpo te habló y tu no fuiste capaz de oírlo?, no te culpes! Pero ahora que conoces esta información sabes que debes ocuparte rápidamente.
Una vez inidentificados los alimentos agresores de mi sistema, los borre de mi lista de compra, y por tanto conscientemente no llegaban a mi mesa. Identifique mis horarios de comida, y me beneficie del ayuno intermitente de 14 horas. Sin embargo, algo faltaba; si bien las cuentas glicémicas mejoraron, seguía siendo una diabética en potencia, y pensaba… algo me estoy saltando……… ¡¡¡Venga hombre háblame más fuerte!!!
Si bien los profesionales que había visitado siempre me recomendaron ejercicio cardiovascular tipo aerobics, correr y caminar, yo particularmente no lo llevo nada bien, mi corazón agitado después de 1 hora de aerobics me envía una descarga de citoquinas automáticas que me hacen sentir que voy a morir, ¡me entran una náuseas y dolor punzante en mi pecho que para nada es normal! Si esto no es hablar fuerte ya no sé qué pueda ser. Y yo consecuente con mis actos y mi proceso de sanación, escucho y modifico, por lo cual me decante a alternar con ejercicio de fuerza el cual realizo juiciosamente al menos 40 minutos al día.
LOS BENEFICIOS PARA LA SALUD DEL ENTRENAMIENTO DE FUERZA INCLUYEN MEJORAS EN LA MASA MUSCULAR, COMPOSICIÓN CORPORAL, FUERZA, FUNCIÓN FÍSICA, SALUD MENTAL, AUMENTO DE LA DENSIDAD MINERAL ÓSEA, SENSIBILIDAD A LA INSULINA, PRESIÓN ARTERIAL Y PERFIL DE LÍPIDOS
Ya a esta altura sabrás que el ejercicio de fuerza, modificó en gran medida mis niveles glucémicos, pero yo quería más… quería NO SER DIABETICA, revertir el diagnóstico, romper el patrón familiar, no estaba ni estoy para nada dispuesta en repetir la historia de mis padres. Algo me faltaba y ese algo era es abordaje MENTAL Y EMOCIONAL.
En este abordaje me apoye con uno de mis mentores un psiquiatra brillante de la nueva era, que murió con la pandemia. ¡¡Rasgamos muy afondo sobre todo porque tenía la impresión de que mis niveles de glicemia enloquecieron cuando fuí madre, el hallazgo fué sorprendente y muy coherente!!
Señales epigenéticas y riesgo intergeneracional de enfermedades crónicas
Estudios tanto en humanos como en animales indican que diversas exposiciones, como la desnutrición o la sobre nutrición, la disfunción placentaria, la hipoxia, la diabetes u obesidad materna, pueden afectar el desarrollo de órganos metabólicos clave, alterando la composición corporal, las poblaciones de células madre y la función tisular de la descendencia. Incluso exposiciones transitorias pueden inducir modificaciones epigenómicas persistentes que pueden alterar las respuestas transcripcionales al envejecimiento y otros factores de estrés ambiental durante la vida adulta, lo que aumenta aún más el riesgo de enfermedades. Además, las agresiones ambientales o metabólicas experimentadas durante el desarrollo o la vida adulta pueden afectar a las células germinales, contribuyendo potencialmente a los fenotipos en las generaciones posteriores.
Respalda esto la versión genética, no solo a lo que viene transcrito en los genes por ser hijo de quién eres, sino también porque cuando la madre gestante modifica sus conductas alimentarias, expositivas y mentales, a su vez está modificando las células de su feto, ¡Tal como lo lees! aquellas mujeres que tienen embarazos complicados, tristes, o en general muy problemáticos; ¡están escribiendo la historia genética y metabólica de sus hijos aun no nacidos! ¡Mi madre tuvo un embarazo muy complicado a nivel emocional, lo vivió con enorme tristeza!
Elorigen emocional y transgeneracional de la diabetes
Se asocia el conflicto emocional de resistencia y de repugnancia o repulsión. Si yo presento diabetes, necesariamente he vivido o estoy viviendo, un conflicto emocional en el que yo siento que no he recibido, no recibo, o dejé de recibir, la dulzura y el cariño que me merezco. Puede ser que mi hogar se ha roto por el divorcio de mis padres o por la muerte de alguno de ellos.
La diabetes, puede presentarse también, ante un conflicto emocional en el que la persona, afronta un peligro que viene hacia él, en posición de resistencia, defendiéndose, pero de manera ineficaz.
Pues me quedé alucinada con este hallazgo por que claramente todo resonaba bastante conmigo. Mis padres, se divorcian poco después de darme la vida, mi madre estuvo desecha en el embarazo y después también. Con la perdida de mi primer embarazo, afronte mi vida con mucho temor de un nuevo aborto, pues sentía mi corazón roto todo el tiempo, y un miedo que me congelaba los huesos. Había encontrado al fin, lo que me hacía falta sanar, para poder dejar atrás el patrón familiar de DIABETES, no aceptar esta desagradable herencia y revertir mi diagnóstico.
Aceptando de manera amorosa, y consciente, y a través de ayuda terapéutica pude salir adelante con el tema emocional, pensar que está resuelto al 100% seria pretencioso, pero atender mi pasado generacional y abrazarlo desde el amor, me ha permitido sin duda sanar una herida que no era mía solamente!, resultado de todos estos balances aquí comentados, es que he revertido el diagnóstico de DIABETES MELLITUS 2, realizado hace 7 años; actualmente tengo marcadores glicémicos ideales de una persona sana, no abandono mi estilo de vida ya que es un privilegio vivir sano, abrazo mis penas y mi legado, gestiono el estrés y continuo haciendo cambios personales y profesionales. ¡Porque mi vida es mía! ¡Y tengo una sola, y elijo vivirla con calidad!
«El autocuidado es el acto más poderoso de amor propio. Tú eres tu mayor prioridad.» – Recordar que el autocuidado es clave para vivir una vida plena y saludable.